El Perú se convirtió, en los últimos años, en un hervidero de criminalidad, ilegalidad y delincuencia. En ocasiones, promovido por sectores políticos que, en búsqueda de ayuda económica, hacen pactos con sectores cuestionables. De hecho, algunos expertos afirman que la minería ilegal “mueve los hilos” de la política peruana.
De hecho, el analista político Iván Arenas afirma que los mineros ilegales se caracterizan por financiar campañas de candidatos de izquierda. Ya lo hicieron en el pasado con Pedro Castillo y ahora lo hacen con Antauro Humala.
En esto coincide el periodista Ricardo Monzón, quien resalta el afán de Humala por “lavarle la cara” una y otra vez a esta actividad criminal. Esto, tras un interés político que busca “socavar la minería formal y promover la ilegal, asociada al narcotráfico, el crimen organizado y una serie de delitos conexos”.
Asimismo, el líder etnocacerista ha defendido reiteradas canciones la minería ilegal. El candidato obvia las organizaciones criminales, migrantes y delincuencia detrás de este tipo de economía. En su lugar sostiene:
AMENAZAS
La minería ilegal siempre se ha presentado como un factor de inestabilidad para el país, De hecho, ahora atenta con debilitar la institucionalidad para generar incertidumbre. No obstante, en los últimos años ha incrementado sus ataques a la minería formal, como pasa con la minera Poderosa.
Sin embargo, Antauro Humala quiere ir más allá y amenaza con “nacionalizar” mineras importantes como Southern Perú para ponerlas a la orden de la minería ilegal. Amenazas que complemente con las de posible expropiación de medios de comunicación y que ponen en peligro el futuro de la nación (Fuente periódico virtual: “Soy Independiente”)
