Medio Oriente. – Fue un día de extrema violencia, con ataques de cohetes y misiles, destrucción de tanques, captura de instalaciones militares, incursiones en ciudades, masacres, toma de rehenes —militares y civiles—, explosiones en ciudades, incursiones por tierra, mar y aire en territorio israelí. Un ataque sin precedentes por parte del grupo islamista Hamás a Israel.
Y, también, luego de la sorpresa inicial, con una respuesta furiosa del poderío militar israelí en la Franja de Gaza.
Con el nombre de ‘Tormenta Al Aqsa’, el grupo palestino produjo el ataque armado más sangriento que sufre Israel desde la guerra de 1973, con un saldo hasta el cierre de esta edición de más de 250 israelíes muertos, 1.500 heridos y decenas de secuestrados. La respuesta de Israel habría producido, a su vez, más de 300 víctimas. (La República)