El uso de “cigarrillos electrónicos” constituye un grave problema de salud pública en el Perú, pues estos dispositivos pueden ser tan peligrosos como otros productos elaborados a base de tabaco, advirtió el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro).
Al respecto, Carmen Barco, directora Adjunta de CEDRO, indico que la masificación de este producto en los últimos años se debe, a que muchas compañías lanzan estos productos con el objetivo de esquivar las normas de control del tabaco y para atraer a fumadores actuales y clientes potenciales, entre ellos los niños.
En el Perú, estos productos se comercializan como “alternativas seguras” y como “herramientas para dejar de fumar”, observó Barco. Sin embargo, la mayoría de ellos pueden ser tan peligrosos como otros productos de tabaco y podrían ser el primer paso de una adicción a la nicotina, ya que la mayoría de estos contienen esta sustancia que es componente adictivo del cigarrillo.
Por su parte, el doctor Alfonso Zavaleta, asesor científico de CEDRO, indico que existen vacíos legales en la Ley General para la Prevención y Control de los Riesgos del Tabaco, que permiten que cualquier menor de edad puede comprar un cigarrillo electrónico en el país. Asimismo, la ley permite que estos productos puedan ser publicitados dentro de las bodegas cercanas a los colegios y así incentivar el consumo entre los escolares. Zavaleta, estima que más del 20 % de niños y adolescentes menores de 17 años ya están vapeando.
Además, remarca el Doctor Alfonso Zavaleta que, en la actualidad, los cigarrillos electrónicos han cambiado de aquellos que aparecieron en 2013. Hoy tiene una amplia difusión, y existen múltiples combinaciones con cientos de sabores que los hacen más atractivos para los jóvenes.
Los cigarrillos electrónicos fueron propuestos inicialmente como un dispositivo para cambiar la vía de dosificación de nicotina, en los tratamientos para dejar de fumar. Sin embargo, ahora se utiliza con fines recreativos y no terapéuticos, lo que conlleva a una serie de daños al pulmón y corazón, y a daños pulmonares severos en el uso crónico.
Los estudios sugieren que el vapeo de nicotina puede ser menos dañino que los cigarrillos tradicionales cuando las personas que fuman regularmente cambian a ellos como un reemplazo completo. Pero el vapeo de nicotina aún podría dañar su salud, producir adicción y daños pulmonares por la acción de los solventes y aditivos en el consumo en el largo plazo.
Zavaleta, asesor científico de CEDRO, menciona que el Dr. Thomas Eissenberg, experto en investigación del tabaco en la Universidad de Virginia, afirma que “los pulmones no están diseñados para lidiar con el desafío constante de la falta de aire que las personas les están provocando — a veces hasta 200 inhalaciones al día — día tras día, semana tras semana, año tras año”
A continuación, presentamos algunos riesgos sobre el consumo del vape:
Aunque el término “vapor” puede sonar inofensivo, el aerosol que sale de un cigarrillo electrónico no es vapor de agua y puede ser perjudicial para la salud. Los institutos nacionales de Salud de los estados Unidos refieren lesiones pulmonares y riesgo de muerte en los Estados Unidos entre los vapeadores.
Los dispositivos liberan mayor o menor cantidad de nicotina que otros, dependiendo de la concentración de nicotina presente en el líquido para vapear y la capacidad de los contenedores. En reportes científicos se menciona la nicotina protonada, una forma menos aversiva que la nicotina del humo del tabaco, que lleva a los consumidores a consumir mayores dosis de nicotina volatilizada en el vapeo.
Cuando una persona vapea, expone a sus pulmones a una gama de productos químicos como la nicotina (principio activo adictivo del tabaco), Delta 4 Tetrahidrocannabinol (componente activo adictivo de la marihuana), químicos saborizantes, propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes que se hicieron para comer, pero no para inhalar, este químico es uno de los componentes primarios del aerosol del cigarrillo electrónico que se reconoce generalmente como seguro cuando se come, pero por inyección o inhalación por varios días es tóxico. Los aerosoles de cigarrillos electrónicos que contienen propilenglicol y glicerina vegetal, otro constituyente común, causan inflamación en los pulmones humanos.
En la combustión del vapeo se producen otros productos químicos como los aldehídos que son dañinos para el pulmón. También se producen furanos que son cancerígenos y los cloropropanoles que son tóxicos.
Si bien es cierto que la probabilidad de sufrir cáncer de pulmón es menos frecuente con el uso del cigarrillo electrónico comparado con el cigarrillo fumado, aún persiste un riesgo menor de sufrir cáncer pulmonar entre los usuarios del cigarrillo electrónico.
En el largo plazo, el vapeo de nicotina produce daño cardiovascular, hipertensión arterial, riesgo de accidentes cerebrovasculares e infarto de miocardio.