La falta de dólares y la política energética en Bolivia están llevando a los ciudadanos altiplánicos a buscar soluciones en Desaguadero, donde la disponibilidad de divisas se está volviendo crítica
Desde hace meses, Bolivia enfrenta una crisis económica que está generando un impacto profundo en la dinámica comercial, no solo dentro de su territorio, sino también en su relación con países vecinos como Perú. La escasez de dólares y la devaluación del peso boliviano han influido directamente en las fronteras, donde los comerciantes bolivianos prefieren utilizar el sol peruano como moneda de transacción.
El tipo de cambio actual en Desaguadero sitúa a un sol en 2,70 bolivianos, lo que convierte al sol en una moneda más estable para las operaciones comerciales diarias. “Se ha caído el peso boliviano, demasiado. Los bolivianos no quieren su plata, quieren más soles, porque su moneda está muy desvalorizada”, afirmó una vendedora
Este cambio de preferencia no solo impacta a los comerciantes bolivianos, sino también a los peruanos que operan en la frontera. Uno de ellos, al ser entrevistado, comentó: “El sol está estabilizado, bien posicionado, y podemos adquirir productos normalmente. Sin embargo, nuestros hermanos bolivianos están enfrentando un problema con su moneda, que está devaluada”. Ante ello, los ciudadanos bolivianos comenzaron a reducir sus compras debido a la pérdida de valor de su moneda, lo que también afecta las ventas de los comerciantes peruanos en la zona. “Hay poca venta, es irregular”, declaró una comerciante.
La inestabilidad política y económica en Bolivia, que se ha traducido en escasez de combustible y dólares, repercuten en ambos lados de la frontera. Esta situación fue reportada en medios bolivianos, donde se dio a conocer la creciente dificultad para obtener soles en territorio boliviano. Nadie quiere aceptar pesos bolivianos como forma de pago, exacerbando el problema. Los ciudadanos, en consecuencia, buscan desesperadamente dólares para mantener sus actividades comerciales y cubrir necesidades básicas, pero la falta de divisas complica aún más la situación.
Los ciudadanos bolivianos que viajan a Perú también enfrentan desafíos al intentar cambiar sus bolivianos por soles o dólares. “Si decide viajar a Lima, por ejemplo, lleve dólares o cambie su dinero en Bolivia, porque en Perú no encontrará dónde cambiar bolivianos”, advirtió una periodista boliviana.
La escasez de divisas provocó que incluso en las casas de cambio peruanas se limiten las operaciones con pesos bolivianos. En algunos casos, ni siquiera aceptan bolivianos, complicando aún más las transacciones de los visitantes bolivianos en Perú. “Acá donde estoy, 100 bolivianos no sirven de nada, no se pueden cambiar por ninguna otra moneda”, relató uno de los afectados.