Alfonso Zavaleta, Asesor Científico de CEDRO, advierte que el consumo de tabaco en sus diferentes tipos constituye en un grave problema de salud pública a nivel global. Es responsable de millones de muertes por su consumo directo o por la exposición al humo de segunda mano.
Según Zavaleta, más del 80% de los 1.300 millones de consumidores de tabaco del mundo viven en países de ingresos bajos y medios, donde la carga de enfermedades y muertes relacionadas con el tabaco es más pesada. El especialista nos recuerda que en nuestro pais, el tabaquismo es la segunda droga lícita más consumida, y uno de los principales factores de riesgo para enfermedades crónicas; convirtiéndose así en un problema de salud pública. De acuerdo al último reporte de la OPS – actualizado en abril 2023-, en el Perú la prevalencia de consumo actual (definida como el porcentaje de la población adulta que consumió un producto de tabaco en los 30 días anteriores a la encuesta) es de 8.1% (Pan American Health Organization, 2022), procentanje mayor a lo reportado en años previos.
Para el 2019 se estimó que el consumo actual de tabaco para mayores de 15 años en el Perú fue de 4.02% para mujeres y 7.33% para varones. Asimismo, se observó una disminución en el consumo entre 1990- 2019 para estas cifras fue de -23.2% para mujeres y -35.4% para varones. Para poblaciones peri urbanas de bajos ingresos se corroboró que la prevalencia de consumo fue baja, 3.3% para el consumo diario, 8.9% para consumo ocasional y 12.2% fumadores actuales. Para la población joven entre 13-15 años, la situación es similar, la prevalencia actual para el 2019 fue de 7.2% siendo para mujeres de 5.9% y para varones de 8.4%.
Para el especialista, uno de los grandes riesgos son los cigarrillos con cápsula de sabor (CCS), un tipo de cigarrillo orientado a población joven con resultados desalentadores para la salud pública. Estos cigarrillos tienen una pequeña cápsula líquida con sabor en el filtro del cigarrillo, la cual, al ser apretada otorga sabor al cigarrillo mientras se fuma. Innovaciones como que el fumador pueda regular la intensidad del sabor aplastando o girando las cápsulas en el filtro, se convirte en un atractivo para los jóvenes nuevos fumadores, así como la variedad de sabores (menta, sandia, mora, cereza, entre otros) y número de cápsulas (una, dos o tres) son características adicionales para su atractivo. Los CCS se han convertido en la Región de las Américas y países de bajo y medianos ingresos, en un producto de alta demanda de consumo por la población de adolescentes y jóvenes debido al gran poder del mercadeo que los ha convertido en altamente atractivos por su sabor, pero son altamente peligrosos para la salud de los consumidores. Se estima que el Perú es uno de los cinco países con mayor cuota de mercado. Mientras países como Chile o México tienen regulación específica contra este tipo de cigarrillos, el Perú dispone la ley 29517 del 2010 y su respectivo reglamento que no contempla a estos cigarrillos saborizados. Sin embargo, la prevalencia de consumo ha crecido exponencialmente en la última década, alcanzando cifras de prevalencia del consumo en 2020 del 21%.
Esta modalidad de cambiar la cara del cigarrillo y hacerlo ver mas atractivo, sigue la linea iniciada en los años 90, en los que la industria tabacalera empezó a manufacturar cigarrillos denominados de bajo contenido de nicotina y alquitrán marqueteándolos de manera intensiva con mensajes relativos a que era mejor fumar cigarrillos “light” a dejar de fumar y asociando el uso de cigarrillos con imágenes de personas saludables y paisajes hermosos. Esto conllevó a que los fumadores incrementaran el número de cigarrillos y como consecuencia se observó un incremento de tasas de cáncer de pulmón por una inhalación más profunda de químicos tóxicos.
Cabe recordar que una de las enfermedades asociadas al consumo de tabaco es la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica – EPOC, y que en la capital del Perú se ha encontrado de manera similar a la literatura internacional que, a mayor cantidad de consumo de tabaco, mayor dificultad respiratoria; a mayor dificultad respiratoria corresponde mayor necesidad de oxígeno suplementario.
Asimismo, los efectos del consumo de tabaco afectan la economía del pais. Se estima que los costos de atenciones en el sistema de salud atribuibles al tabaco en el Perú son de aproximadamente US$848 millones por año. No obstante, la recaudación tributaria por productos de tabaco es de US$77 millones al año, menos del 10% del gasto total en atención de salud pública. Un modelo de micro simulación encontró que un total de 16719 muertes por año pueden ser atribuidas al consumo de tabaco en el Perú. El valor de años de vida perdidos (AVP)* por causa del tabaco es de 396 069 años por muerte prematura por el tabaquismo y país gasta alrededor de 2500 millones de soles en salud por tratamiento de problemas de salud asociados al tabaco, de los cuales los impuestos al tabaco solo cubren el 9.1%. Lo que evidencia las preocupantes consecuencias para la economía nacional.
El 11% de los hogares peruanos tiene al menos un fumador con un promedio de cigarrillos consumidos de 18 unidades por semana, con la salvedad de que a menos ingresos menor cantidad de cigarrillos consumidos. Una simulación de las consecuencias del incremento del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) del tabaco que signifique un aumento de 10% en el precio promedio de los cigarrillos de tabaco, conllevaría a un ahorro por la reducción en gastos médicos de los hogares y el aumento en el ingreso asociado a más años laborales producto de la reducción en la mortalidad, siendo el grupo más favorecido sería el tercio con menores ingresos.
Frente a esta realidad, la regulación sobre la venta de los CCS y otras formas de tabaco son importantes para prevenir el inicio de consumo en población joven y evitar los terribles efectos en la salud y economía de nuestro país.
*AVP: Pérdida que sufre la sociedad como consecuencia de la muerte de personas jóvenes o de fallecimientos prematuros.